Acerca
de la improvisación
La improvisación, es otro de los centros de la Expresión Corporal.
Si hablamos acerca de esta relación, hablamos de intervención de los sentidos,
más específicamente de la interrelación entre dichos sentidos.
Si observamos la conexión de los sistemas cinéticos especialmente
entrenados , a las artes , que en la danza produce por ejemplo no solo figuras
en movimiento, sino también la relación con el ritmo, con el sonido, con el
pulso, la dirección de la mirada, la regulación del tono muscular , la graduación
de velocidades, la conciencia del espacio, la conexión del espacio entre las
diferentes partes del cuerpo en relación a los movimientos, y otros tantos
aspectos más, que son mucho más que “los cinco sentidos”. Si bien, esta última
concepción, se le transmite al niño para desarrollar su percepción del mundo,
no es mucho menos que lo que el adulto suele considerar acerca de los sentidos.
A fines de los 70, ya eran veinticinco sentidos
diferentes con nervios diferentes identificados en cada uno de ellos. Aunque
consideramos un tema como la improvisación, no podemos tener demasiados modelos
de los sentidos y su funcionamiento, en especial, tratándose de su relación con
la Expresión Corporal.
Esta danza, a través de sus diferentes técnicas, desarrolla este “despertar” de
los diferentes sentidos, su interrelación, su desarrollo sensoperceptivo “tener
ojos en la espalda”.
También podría observarse al tiempo en sí mismo, como
algo modificable por cada uno de nuestros sentidos, en lugar de ser una medida
de duración objetiva. En otras palabras, cuando tratamos de describir la
sensación del tiempo, debemos referir a la percepción de los tiempos.
Otro de los aspectos de la Expresión Corporal
y la improvisación, es el desarrollo y encuentro del propio lenguaje de danza,
en donde se evidencia la singularidad de cada persona. Para luego, comenzar a
convertirse en significado-significante, en códigos de movimiento. Y no solo
individual, sino que resulta muy interesante observar en grupos de trabajo
regulares, el encuentro de un código en común de danza.
Claro que no todo es color de rosa, muchas veces, hay
días en que parecería ser que la inspiración nos ha abandonado, o “no estemos
demasiado conectados”, o tal vez, surja una saturación del repetirse a uno
mismo. Como un sabio dijo, es un diez por ciento de inspiración y un noventa
por ciento de trabajo. Este mal estar, es muy común en especial en los casos en
los cuales la motivación o atención, sea externa al propio cuerpo. A su vez,
este estado, así como el opuesto al mismo, se evidencia en los observadores.
Como ya se ha mencionado, otro aspecto es el registro,
lo cual tiene muchas ramificaciones, entre ellas, la emoción, dado que
trabajamos con la unidad del ser.
Aldana Bocconi Lic.en coreog.menc.Expresión Corporal
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